Un formato de carta poder es aquel documento escrito que se utiliza generalmente para conceder a una persona la capacidad de actuar en un campo determinado bajo su propia autorización.
Este poder se otorga bajo circunstancias especiales y siempre en ámbitos muy específicos, marcando de antemano los límites de «poder» que se conceden mediante esta carta escrita.
Las cartas de poder se redactan para evitar males entendidos que suceden cuando dicha responsabilidad se formaliza únicamente de modo verbal.
Es posible autorizar a una persona para que administre nuestra economía, que presente una renuncia de trabajo, que se encargue de invertir nuestro dinero, pagar nuestras facturas…etc.
Para ello, resulta obvio que esta situación no puede mantenerse de forma oral, los bancos necesitarán algún tipo de prueba antes de dejarle a un desconocido manejar nuestras cuentas. En este caso resulta indispensable.
Otro caso práctico en el que conviene redactar este formato de carta, puede ser por ejemplo cuando le otorgamos a un jefe de obra, el poder de decidir el presupuesto, compra de materiales, acceso a la propiedad…etc.
El jefe de obra actuará como si fuese usted mismo. Cuando no podemos hacernos cargo de un asunto, el formato de carta de poder soluciona todos estos inconvenientes.
No nos olvidemos de que la otra persona va a actuar según su propio criterio en nuestro nombre. Aunque parezca un caso simple de delegación de trabajo, implica mucha más responsabilidad de la que aparenta en un principio.
Es conveniente y siempre aconsejable que tramite dicho formato por medio de un abogado, de modo que los límites de actuación de la persona que acepta el poder queden bien definidos y claramente establecidos.
Partes del formato de carta de poder
A continuación vamos a ver los tres apartados en los que se puede dividir la carta de poder:
1 – Identificación de la o las personas que aceptan el poder.
2 – Párrafo explicativo, claro, conciso y detallado, de los poderes otorgados, así como sus responsabilidades y límites establecidos con definición. Debe aparecer de forma clara la duración concreta en la que se cede dicho poder, con la fecha de inicio y de finalización.
3 – La firma de quién cede el poder. Importantísimo para que tenga validez.
A pesar de que un poder permite a una persona actuar de parte de otra, la persona interesada en delegarlo puede, llegado un momento, cambiar de parecer respecto a cualquier decisión tomada por el apoderado. En este caso, dicha carta no tiene validez, ya que prevalecen los interesados de la persona que cede sobre los intereses de quién lo recibe.
En caso de muerte, la carta de poder pierde su valor. Pueden darse situaciones delicadas en las que el apoderado actúa por cuenta propia sin saber todavía que su representante ha fallecido.
Todos los actos realizados desde la defunción mediante dicha carta deben ser reconsiderados y puestos en manos de abogados por parte de sus herederos si así lo consideran necesario.
Otras cartas que pueden interesar, en caso de querer hacerse responsable de los hechos son las siguientes: Cartas responsivas: Comprende aquel tipo en el que la persona hace responsable a otra por algún tipo de suceso. Del mismo modo, es posible utilizar dicho formato para hacerse uno mismo responsable de cierto hecho, de modo que se libere en las demás personas implicadas, el peso de dicha responsabilidad.
Formato de compromiso: Se basa en confirmar que se acepta algún tipo de condición y que existe un compromiso escrito de realizar dichas actividades. Mediante este tipo de carta se formaliza el contexto de tipo oral, de modo que el compromiso pase a ser escrito.
FORMATO DE PODER:
San Sebastian, a 11 de enero de 2019 Ante Dios y ante la ley, Yo, Don Nicolás Idiquez Leizaola, viudo de doña Asunción Ferrero Solís, de 59 años de edad, maquinista de tren, y de nacionalidad Mexicana, con DNI 319037267383 CERTIFICO: (firma) |